La teoría del iceberg aplicada a la psicología
¿Conoces la teoría del iceberg de Hemingway?
Se trata de una famosa hipótesis que a lo largo del tiempo se ha utilizado aplicada a multitud de ámbitos.
Hoy vamos a hablar de cómo se enfoca en el plano de la psicología.
Hemingway planteó la visión de un iceberg en medio del océano, colocándonos en un plano en el que el agua queda justo en el centro del encuadre. De este modo, visualizamos la parte del hielo que se encuentra en la superficie, así como la sumergida bajo el agua (que es mucho mayor).
Lo que nos plantea el autor, interpretado desde el plano psicológico, es que en nuestra vida diaria, prestamos toda la atención a aquello que percibimos a simple vista, lo que estaría representado por la parte externa del hielo en la teoría del iceberg. Como podemos observar en la imagen, ésta es mucho más pequeña que la que se encuentra bajo el agua. Es decir, que nos centramos solo en aquella información que nos llega de manera visible o notoria, pero descuidamos lo que hay detrás: en el símil del iceberg, es mucho más importante la zona baja, ya que es la que contiene mayor masa de hielo y permite que la parte de arriba se mantenga sólida.
En muchas ocasiones, detrás de lo que vemos, hay aspectos mucho más importantes que son el origen del resto. Digamos que atendemos al 20% y se nos escapa el 80% restante. Esta última parte, correspondería al plano inconsciente de nuestra mente.
Este modo de actuar se debe a la tendencia psicológica del ser humano a tomar el camino más corto o más sencillo, sin pararse a reflexionar sobre otras posibles opciones que, aunque suponen un mayor esfuerzo, pueden ser la verdadera causa del problema.
Ante una experiencia determinada, como puede ser una discusión de pareja, en el trabajo, una noticia negativa, etc., expresamos una serie de emociones, que representan ese 20%, la parte alta del iceberg. Lo que aflora (miedos, inseguridades, celos, enfado..), es lo que mostramos a los demás, pero no significa que sea lo único que hay en nuestro interior.
Lo que pretende la teoría del iceberg aplicada a la psicología es tratar de reflexionar sobre si esas emociones visibles son realmente lo que estamos sintiendo o queremos transmitir al mundo, o si por el contrario existen otras muchas que son la causa del comportamiento final.
A la hora de afrontar un problema y poder resolver futuras situaciones similares, es muy importante poder llegar a ese 80%, al verdadero origen y causa de lo que proyectamos, que es solo una quinta parte del total.
La ayuda de un psicoterapeuta es fundamental para conseguir este objetivo y alcanzar un equilibrio mental y, por consiguiente, también corporal.
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