¿Cómo está afectando el confinamiento y el uso de mascarilla a mi salud ocular?
La utilización de la mascarilla ha aumentado algunas patologías oftalmológicas. En
concreto, el diagnóstico de síndrome de ojo seco se ha visto incrementado los últimos
meses.
Síntomas como fatiga visual, visión borrosa transitoria, sensación de arenilla, irritación,
ojo rojo…son motivos frecuentes de consulta desde el inicio de esta pandemia.
Pero, ¿en qué consiste este síndrome? En el síndrome de ojo seco ( SOS) o “sequedad
ocular” se produce un desequilibrio por el cual el ojo no produce suficiente cantidad o
calidad de lágrima para proteger su superficie. En el caso de las mujeres está muy
asociado a factores hormonales, sin embargo los factores ambientales juegan un papel
fundamental en el mantenimiento y evaporación de la lágrima.
Actualmente, dos son las causas principales de este cuadro clínico al alza. Por un lado,
el uso prolongado de pantallas ( ordenador, tablet, móvil…) disminuye la frecuencia de
parpadeo y como consecuencia el ojo no se hidrata lo suficiente. Por otro, el empleo
continuo de la mascarilla provoca un flujo de aire caliente hacia arriba que desestabiliza
la película lagrimal aumentando su evaporación.
Como no hay excusa para no ponerse la mascarilla, os damos algunos consejos para
prevenir o aliviar estas molestias tan comunes. Ajustar bien la mascarilla a la nariz, utilizar
lágrima artificial frecuentemente o humidificar el ambiente en espacios cerrados son
pequeñas buenas costumbres que nos ayudaran a obtener un mejor confort visual.
Ante cualquier síntoma más grave o prolongado en el tiempo no duden en acudir a su
oftalmólogo de referencia.